La presencia de agentes de la Policía de Tucumán en quinto piso de la sede de la Legislatura, en un día de sesión, llamó la atención a más de un empleado en el edificio de Muñecas al 900.
Sucede que en ese lugar está ubicado el despacho del legislador Ricardo Bussi, líder del bloque de Fuerza Republicana (FR). El opositor, a través de su defensa, había solicitado una inspección ocular en el marco de la denuncia por presunto abuso sexual formulada por una ex asesora.
Según fuentes cercanas al opositor, el objetivo de esta prueba es acreditar los dichos del republicano, en cuanto a que sería "imposible" concretar un ataque sexual "sin que se enteren todos los empleados". "Las paredes son de durloc y en la oficina están de manera permanente y simultánea al menos cuatro personas", se detalló desde el entorno de Bussi.
M. J. A. declaró ante la Justicia que en enero descubrió que alguien abrió una cuenta bancaria a su nombre y que allí depositaron casi $ 600.000. Afirmó que hizo varios reclamos y que comenzó a recibir amenazas. Dijo también que Bussi la habría citado en su despacho de la Legislatura el 11 de mayo, y que entonces fue víctima de abuso sexual.
Bussi rechaza las acusaciones y afirma que se trata de una persecución política en contra suyo y del partido que lidera.